La Coca Cola y sus efectos en la salud pública y al medio ambiente en San Cristóbal de las Casas, Chiapas

Hablar de la Coca Cola en Chiapas, y sobre todo en los Altos de Chiapas es un tema complejo, pues va de la mano con temas sociales, políticos y económicos además de culturales, su afianzamiento lo tuvo en la década de los 80s, cuando fue introducida a las cabeceras municipales por distribuidores mayas, estos a la vez comenzaron a introducir la bebida azucarada conocida como Coca Cola a los rituales lo que ha ocasionado un sinfín de problemas principalmente de salud. Según el antropólogo Luis Morales quién ha estudiado diversos fenómenos en las comunidades.

La planta extrae agua de dos pozos profundos por concesiones de CONAGUA que le da derecho a explotar 499 918 000 litros de agua anuales (o 1.37 millones de litros diarios) durante 20 años a partir de 1994 [hasta 2014]…Esta cantidad representa el 2% del total del agua subterránea extraída en San Cristóbal anualmente para todos los usos doméstico, agrícola y comercial

La extracción de agua del Acuífero de San Cristóbal por la planta embotelladora está afectando el nivel del manto freático…desde hace 15 años (1993) se ha observado un declive espantoso en el nivel de agua en los pozos, manantiales, vertientes, canales y arroyos en el cerro de Huitepec.

La planta embotelladora Coca-Cola FEMSA de San Cristóbal de Las Casas se sitúa en la pequeña franja industrial en el periférico poniente de la ciudad. Resulta estar ubicada justo encima del Acuífero de San Cristóbal y al pie del cerro de Huitepec.

El testimonio de Juan Manuel Morales indica que en 1982 subió a la parte alta del cerro en la que había una laguna y el pozo de la gente que visitaba tenía aproximadamente 1 metro de profundidad. En 2007 que volvió a  la laguna se había secado y los pozos de la gente habitando el mismo lugar ya alcanzaban entre 2 y 3 metros de profundidad.

Los distintos testimonios identifican la década de los 90 como el periodo cuando el manto acuífero de Huitepec empezó a caerse. Estas fechas coinciden no solamente con el inicio de las actividades extractivas de la planta, sino también con la intensa inmigración a la ciudad generada por los conflictos y expulsiones en las zonas rurales de Los Altos en 1994 y 1995. Por la coincidencia de las variables es difícil estimar cuánto de la caída del nivel del agua se debe al aumento de la población y cuánto a lo explotación de la coca cola.

Por otra parte, se desconoce la geología del acuífero de San Cristóbal para tener una idea de su relación con el manto freático de la superficie por lo que hace falta un estudio geológico del acuífero para analizar adecuadamente el impacto que la planta está teniendo en el nivel del manto freático. Hay una controversia entre si hay una relación entre las prácticas extractivas de Coca-Cola y los niveles de las fuentes del agua en Huitepec.

La organización Otros Mundos A. C a través de una infografía denominada ¿cuánta agua consumen los proyectos extractivos? Informó que las empresas extractivas necesitan grandes cantidades de agua para llevar a cabo sus proyectos de producción industrial en los territorios urbanos, campesinos e indígenas.

Esta información, da muestra que la embotelladora FEMSA- Coca Cola extrae 1.3 millones de litros de agua al día de dos pozos ubicados en las faldas del cerro Huitepec en San Cristóbal de las Casas, donde las comunidades carecen de este vital líquido.  Equivale a 65,000 garrafones de 20 litros. No obstante, en una nota publicada en el portal Chiapas Paralelo, el Centro de Capacitación en Ecología y Salud para Campesinos y Defensoría del Derecho a la Salud (CCEC) en conferencia de prensa realizada el pasado 25 de julio informó que la sobreexplotación de los mantos acuíferos del Valle de San Cristóbal por Femsa- Coca Cola alimenta la epidemia de diabetes en la región de los Altos de Chiapas, al tiempo que se agrava la crisis por la contaminación y la escasez de agua disponible para sus habitantes.

Léo Heller, Relator de las Naciones Unidas para el Derecho al Agua y al Saneamiento, en su visita a México y a Chiapas, señalo que durante su llegada a una comunidad a escasos kilómetros de distancia de esta ciudad de San Cristóbal de Las Casas, presenció conmovido cómo mujeres y niñas, acompañadas de burros acuden a un charco de agua turbia varias veces al día para llenar pesadas garrafas  de plástico para abastecerse de la única agua a la que tienen acceso durante varios meses del año. El Relator  comentó que la situación ahí era peor de la que había visto en varios países africanos.

De acuerdo con el Anuario de Morbilidad de la Dirección General de Epidemiología los casos de diabetes tipo 2 en México aumentaron significativamente, desde el año 2000, para 2017, aumentaron 114, 93 casos de diabetes mellitus. Estados como Chiapas, Zacatecas, Aguascalientes, Sonora y Colima han registrado un aumento en la tasa de diabetes tipo dos, superior al 100/ entre los años 2000 y 2017.

Cinco estados aumentaron los casos de diabetes mellitus en más de 100%. Chiapas encabeza la lista de los estados con mayor aumento de casos de diabetes mellitus. En el año 2000 la incidencia estatal fue de 111.69%, mientras que el año pasado aumentó a 357.97%. Esto significa un aumento del 212.12%.

A nivel nacional se presentaron 287.19 casos de diabetes mellitus tipo dos en el año 2000; 405.12 casos de diabetes mellitus tipo dos durante 2017. Finalmente la incidencia de diabetes tipo 2 en el país aumentó 41.06%. Cabe destacar que el aumento de la incidencia de diabetes mellitus se presenta con más frecuencia en mujeres que en hombres. Chiapas es el estado con más casos de diabetes mellitus. Nadie en el mundo toma más Coca Cola que los residentes en Chiapas, en promedio de 2.2 litros del refresco por día. Un estudio llevado a cabo por el Centro de Investigación Multidisciplinaria informa que los residentes del estado de Chiapas toman un promedio de 821.25 litros de bebidas azucaradas por persona al año.

La tendencia, es aceleradamente creciente y de no modificarse su trayectoria en el año 2030 el número de defunciones por diabetes mellitus podría llegar a 149 mil casos anuales, y para el año 2040 a 182,786 defunciones sólo por esta causa.

De acuerdo con el Anexo Estadístico del VI Informe de Gobierno del Poder Ejecutivo Federal, la tendencia de la morbilidad por diabetes en el país es aceleradamente creciente: entre los años de 2000 y el 2017 se confirmaron 7.32 millones de casos nuevos, y debe destacarse que entre 2000 y 2009 el promedio anual de nuevos casos diagnosticados fue de alrededor de 370 mil, mientras que de 2010 a 2018 el promedio anual se incrementó a poco más de 402 mil casos anuales. Esto implica, en términos relativos, un incremento promedio de 8% entre ambos periodos, según publica México Social.

El panorama de la diabetes en México, 2018 hecho por Mario Fuentes y Saúl Arellano, recuperó múltiples datos de la proyección en los próximos años en el aumento de casos de diabetes en el país, además, alertó de la considerable presencia que tendría en estados como Chiapas, donde la elevación de muertes llega a ser considerable respecto a la cantidad de muertes anuales.

La diabetes mellitus tipo II es la epidemia del siglo XXI en México, debido a que su mortandad es de una magnitud que no tiene precedente en la historia epidemiológica del país, y su presencia y expansión creciente se debe a la suma de múltiples factores, tanto individuales como ambientales, detallaron.

Se trata de un padecimiento que se debe mayoritariamente a la combinación de determinantes sociales de la salud, cuya persistencia no puede explicarse sin considerar un estado de incumplimiento generalizado de los derechos económicos, sociales y ambientales (DESCA) de la población indicaron.

A partir de la década de los 90, México comenzó a atestiguar un acelerado incremento en el número de personas con diabetes mellitus y comenzaron a producirse estudios para determinar si el problema se debía a una cuestión genética o más bien a factores ambientales o socioculturales y económicos, como la composición de la dieta de las personas.

Igualmente, de acuerdo con el sitio electrónico sobre diabetes de la Organización Panamericana de la Salud, la obesidad constituye quizá el principal factor de riesgo para adquirir esta enfermedad. En este sitio se afirma lo siguiente:

La epidemia de obesidad, causante del aumento de la diabetes, está impulsada en gran parte por dos tendencias que van de la mano: un cambio en los hábitos alimentarios de la población (aumento del consumo de alimentos con un denso contenido energético, ricos en grasas saturadas, azúcares y sal) y la reducción de la actividad física (entre el 30 y el 60% de la población en las Américas no alcanzan el nivel mínimo recomendado de actividad física como por ejemplo, caminar durante 30 minutos al día). Se considera que un adulto está en sobrepeso si tiene un índice de masa corporal (IMC) de entre los 25 y 29,9 kg/m2 y es obeso si posee un IMC superior a 30 kg/m2. Algunas investigaciones han demostrado una sólida relación entre la obesidad y la diabetes. De este modo, el aumento del IMC se asocia con un mayor riesgo de sufrir diabetes, así como, la obesidad abdominal se ha convertido en un factor predictivo fiable de sufrir esta enfermedad.

Los investigadores indicaron que si bien debe decirse adicionalmente que, la obesidad es un factor de riesgo, esta a su vez también está determinada por factores que van mucho más allá de lo individual; como la pobreza, marginación y violencia, la debilidad regulatoria del mercado de los alimentos y en débiles normas de producción y etiquetado.

Estos factores, al combinarse, definen un “caldo de cultivo” que facilita la reproducción y la pervivencia de las condiciones determinantes de la epidemia, lo cual, a su vez, está llevando a un círculo vicioso que tiene severas consecuencias para las familias: personas amputadas, ciegas o que fallecen por diabetes o causas asociadas, como la insuficiencia renal, amén del gasto en servicios de salud que, de continuar así, llevará al país (en un no muy lejano horizonte) a una lógica de gran presión financiera.

De acuerdo con algunas estimaciones, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) gasta ya alrededor de 50 mil millones de pesos anuales en la atención de este padecimiento. De continuar la tendencia, en el año 2050 el IMSS requeriría un presupuesto de 340 mil millones de pesos (a valores actuales) para hacer frente a esta problemática.

Asimismo, según los datos de la ENSANUT, las personas con diabetes gastan cada año alrededor de 700 dólares per capita (alrededor de 14,000 pesos), lo cual representa una enorme erogación, sobre todo para los más pobres, considerando que en el país hay al menos 7 millones de personas viviendo con esta enfermedad.

El costo es estratosférico, lo que es evidente es que México no puede continuar por esta ruta y que lo urgente es construir un nuevo curso de desarrollo que implique modificar radicalmente las políticas de salud, alimentación, desarrollo social y desarrollo sostenible. Solo así, de la mano de una nueva ética de consumo, podremos darle la vuelta a este letal capítulo de la salud pública en nuestro país.

Magnitud de la morbilidad y la mortalidad por diabetes en México

El incremento que se tienen números absolutos también es creciente en términos relativos, pues, según el Informe de Gobierno citado, la tasa de morbilidad por esta enfermedad ha tenido incrementos estadísticamente significativos en los últimos 20 años. En efecto, mientras que en el año 2000 la tasa de morbilidad por este padecimiento era de 284 casos por cada cien mil habitantes, para el año 2018 se ubicaría, según las proyecciones realizadas, en 343.4 casos por cada 100 mil.

Así, puede afirmarse que, de continuar las condiciones de pobreza, malnutrición, rezago, marginación social y violencia, aunadas a la insuficiencia de servicios sociales y de salud y al acelerado proceso de envejecimiento de la población, estas tasas podrían incrementarse aceleradamente en los siguientes 10 años.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) tiene un registro de 1.37 millones de defunciones por diabetes en el periodo que va del año 2000 al 2017 y, utilizando una proyección para estimar el número esperado para 2018, la cifra ascendería a 1.48 millones de personas.

Este acelerado crecimiento en el número anual de defunciones por diabetes se corresponde con un importante incremento en la tasa de mortalidad registrada en el país por esta causa, la cual pasó de 46.1 defunciones por cada 100 mil habitantes en el año 2000, a un indicador de 72.6 en el año 2010, y a uno estimado de 92.8 en el año 2018.

Para el caso de Chiapas, se expresa que la tendencia de la mortalidad general de 1998 a 2017, un parte importarte fue generado por casos de diabetes, en el último año las muertes por la epidemia fueron 3 mil 781, respecto a las 26 mil 629 en general.

Además, los investigadores documentaron que la proyección del número de defunciones por diabetes, podría llegar hasta los 6 mil 805 para 2030.

Bibliografía consultada:

https://www.chiapasparalelo.com/noticias/chiapas/2019/03/diabetes-la-epidemia-del-siglo-xxi-para-chiapas-y-mexico/

https://www.jornada.com.mx/ultimas/estados/2020/09/07/rechaza-conagua-revocacion-de-concesion-de-pozos-para-coca-cola-8257.html

https://docplayer.es/60244561-T-e-s-i-s-laura-k-jordan-jose-luis-escalona-victoria-que-para-optar-al-grado-de-maestra-en-antropologia-social.html

Tesis de Laura K. Jordan de 2008

https://docplayer.es/60244561-T-e-s-i-s-laura-k-jordan-jose-luis-escalona-victoria-que-para-optar-al-grado-de-maestra-en-antropologia-social.html

Diabetes, la epidemia del siglo XXI para Chiapas y México (Chiapas Paralelo 5 de marzo de 2019)